Terapia de Vinculo
La terapia del vínculo desea enfocarse en la forma en cómo una persona se relaciona con las otras. De cómo es que va creando un mundo de encuentro con aquellos que pertenecen a su entorno y a esferas afectivas de su personalidad. El ser humano es un ser relacional, esto quiere decir, que siempre se encuentra en vínculo con otras personas. Hay un mundo de relaciones interaccionales que se forman en la reunión de dos personas. Algunos pensadores dicen que cuando se encuentran dos personas en realidad se encuentran seis personas. ¿A qué se refieren? Por ejemplo, cuando cualquiera de nosotros se encuentra con un amigo, lo que está sucediendo es que hay un séxtuple encuentro: la persona que yo soy, la persona que yo creo que soy, la persona que mi amigo cree que soy; la persona que mi amigo es, la persona que mi amigo mismo cree que es y la persona que yo creo que mi amigo es. Definitivamente parece un trabalenguas, pero así funciona la psique humana debido a que el ser humano siempre está formándose expectativas sobre el otro, por eso nos hacemos una imagen sobre él y también porque nuestra experiencia con otras personas puede formular juicios preliminares a la hora de relacionarnos (o pre-juicios). Por otro lado, siempre nos estamos haciendo una imagen de quién somos, pero incluso hay una diferencia entre quién realmente soy y quién creo que soy. Y por otro lado, la imagen que las personas se hacen de mí no siempre corresponde a la imagen que yo tengo de mí mismo. ¿Qué implica todo esto? Que el ser humano tenga encuentros y desencuentros. Que a veces conocer a otra persona sea la mejor experiencia de su vida o que termine siendo una mala experiencia. Por el hecho de que la psique de la persona entraña una complejidad que va a afectar la manera de relacionarnos.
Asimismo, es importante mencionar, que los vínculos se forman desde que nacemos. La madre con su mirada y su hospitalidad nos introduce en un mundo de vínculos, de relaciones humanas, de afectos. Su rostro apertura al mundo de la mirada. Así como su escucha apertura al mundo de la comunicación. Es el rostro de la madre o del primer cuidador el que va a marcar el rumbo del encuentro con otros rostros a lo largo de mi vida. En ese sentido, sería pues, el rostro de la madre, aquel que pre-figura la rostridad de las otras personas. Si su rostro fue amable, mis vínculos tienen altas probabilidades de amabilidad, si su rostro fue poco amable, será lo contrario. También hay casos en que el rostro de la madre y el hijo nunca se encuentran. Esto implica un sentimiento de vacío, de desvinculación, de la imposibilidad del encuentro humano y por ende de la imposibilidad de mirar al otro y vincular su mundo al mío. Es un fracaso relacional. Una forma de des-vinculación.
Por otro lado, hay casos en los que a pesar de que la madre o el primer cuidador ha tenido un rostro amable a lo largo de la vida tenemos diferentes experiencias, experiencias en las que no siempre nuestra mirada va a ser aceptada por la mirada de los otros. Recordemos la sentencia del filósofo Jean-Paul Sartre: “el infierno son los otros”. En ese sentido, la mirada del otro sería una infiernización de mi mirada. Porque no es amable, porque no pretende cuidarme. Porque es negligente con mi existencia como dirían los filósofos existencialistas. En ese sentido, el papel de la mirada amorosa y cuidante funda un mundo de vínculos saludables y creativos, llenos de sentido y propósito.
¿Cómo se da la terapia de vínculo?
La terapia del vínculo pretende restablecer la estabilidad con respecto a los vínculos humanos. Busca que la persona se oriente saludablemente en la manera de relacionarse con los otros. De superar heridas, traumas, marcas que corresponden a las derrotas de su desencuentro con los otros. Sabemos que gran parte de los problemas relacionados a la salud mental tienen que ver con el desencuentro humano, con el fracaso en el campo relacional con los demás. Así por ejemplo, algunos cuadros psicopatológicos como el Trastorno de Personalidad Borderline, el Trastorno de Personalidad Dependiente, la Esquizofrenia Paranoide, las Desviaciones Sexuales, el Trastorno Esquizoafectivo de la Personalidad, etc., tienen como referente las malas experiencias con otras personas, tanto en términos de presencia como de ausencia. En términos de presencia cuando nos referimos a los malos tratos, a las maneras desorganizadas de interactuar, de tratar, de corresponderse. En términos de ausencia, por la escasez de afectividad de parte de esa persona. De ese modo siempre es el vínculo el que será creativo o destructivo.
En este sentido, la terapia de vínculo querrá restablecer la manera de relacionarse con los otros. Buscará que los vínculos aperturen posibilidades que enriquezcan la vida personal y social. Buscará que los afectos sean sanos y equilibrados. Que el encuentro sea grato y se oriente a construir caminos de crecimiento personal y relacional. Tendrá como meta cerrar heridas de desencuentros con personas que no están o no pueden estar, sea por el motivo que fuera. A partir de técnicas como la silla vacía, que busca cerrar ciclos, sanar heridas que han quedado como pendientes y que imposibilitan el relacionamiento basado en la libertad, la responsabilidad, el compromiso y la espontaneidad. Así mismo, la terapia del vínculo se puede extrapolar a otro tipo de fines. Por ejemplo, la terapia de pareja calza perfectamente en una de las orientaciones posibles de la terapia de vínculo, dado que las relaciones de pareja siempre buscan la estabilidad y la higiene afectiva. ¿Todas las terapia de parejas en Lima se orientan desde esta perspectiva? La respuesta es no. La mayoría de terapia de parejas en Lima tienen un enfoque clásico y tradicional. La forma de abordar desde la terapia de vínculo le da un giro completo a los abordajes como la terapia de pareja o la terapia familiar. Esta perspectiva buscar centrarse en indagar sobre la manera particular de percibir y afectarse por las relaciones interpersonales. Su propósito es buscar que la persona tome conciencia sobre sus sensaciones, sentimientos, afectos, sobre su manera de orientarse a los otros, sobre su estilo de comunicación. A su vez, se propondrá que se haga una mirada reflexiva partiendo de los afectos y los sentimientos. No desde la reflexión cognitiva, sino más bien desde la reflexión afectiva. Dado que esta forma permite que la persona decida con más espontaneidad y autenticidad, que tome consciencia con más responsabilidad, que se ponga en el zapato de los otros y que se respete a sí misma. La terapia de vínculo entonces, insertará una perspectiva innovadora en la orientación que se le dé a la terapia persona y relacional.
Beneficios de la terapia de vínculo
Los beneficios de una terapia de vínculo son múltiples. Siempre un psicólogo especialista tendrá las herramientas necesarias para intervenir en estos casos, sean de corte familiar, de pareja (psicólogo de parejas) o simplemente sobre la manera general de relacionarse con las demás personas. Principalmente este tipo de terapia te va a permitir tomar hacerte consciente sobre la manera de relacionarte con los demás. Sobre qué actitudes tienes, sobre cómo te sientes en determinados escenarios, sobre qué ideas te permiten o te impiden relacionarte con libertad y espontaneidad. A su vez, podrás hacer una retrospectiva sobre experiencias de encuentro positivas y negativas, con la finalidad de asimilarlas y darles un sentido para tu vida presente. En caso de que hayan sido experiencias negativas se buscará cerrar viejas heridas y aceptarlas como parte de la historia personal a partir de diversas técnicas que empleará el terapeuta con la debida experticia y experiencia. También, te ayudará a vincularte sanamente con tus amigos, familia, seres queridos y con gente que es nueva para ti. Podrás vincularte con libertad y fluidez. Aparecerán las oportunidades de crecimiento, porque siempre el crecimiento se da cuando nos relacionamos positivamente con los demás. Pero sobre todo, te sentirás mejor contigo mismo. No hay nada como tener relaciones estables, vínculos estables que te permitan tener una base para el consiguiente crecimiento personal fundamentado en la tranquilidad, el apoyo mutuo, la afectividad positiva, el compromiso con los demás o el aprendizaje. Puesto que siempre crece más quien aprende de los otros. Y la única forma de aprender y compartir libremente con los demás es vinculándonos saludablemente. En Psicólogo Monterrico se cuenta con la experiencia en estar perspectiva basada en el vínculo, además de los conocimientos y la técnica fundamental para la intervención de los casos dado su amplia experiencia clínica. Si deseas mejorar o restablecer vínculos sólidos, fuertes y saludables, esta es tu oportunidad.