Psicología Conductual

Terapia De Autoestima

La terapia para la autoestima estará centrada en promover una orientación saludable hacia sí mismo. Muchas personas tienen afectada el autoestima por diversos motivos: malas experiencias, traumas infantiles, miedos irracionales, falta de conocimiento de sí mismo, poca aceptación por los seres queridos o el medio social y así sucesivamente. Como muchas especialistas en terapia de autoestima han declarado, lo importante no es tener una alta autoestima, lo que más interesa es que la autoestima de cada persona sea saludable, que le permita vivir a gusto consigo misma, que no interfiera en su vida y sus decisiones. Además es conveniente decir que la autoestima es algo dinámico. Siempre está en constante cambio, varía, tiene movimiento. No se posee una autoestima inmóvil y es utópico pensar que se puede tener la mejor autoestima de todas. Lo que sí podemos hacer es conquistas una autoestima que nos ayude a vivir bien, que nos permita confiar en nosotros mismos y sobre todo que nos ayude a vivir en armonía con los demás.

Es conocida la opinión que la autoestima es amarse a sí mismo. Y no están equivocados. Gran parte de la autoestima consta del amor propio. No obstante, hay otros factores que intervienen en su conformación. Estos factores serían todos los sentimientos, opiniones, sensaciones y actitudes respecto a nosotros mismos que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida. Las etiquetas, los comentarios de los demás y las valoraciones que hacen de nosotros condicionarán gran parte de la forma en que nos percibimos a nosotros mismos.
Existen algunos conceptos que se relacionan directamente con la autoestima, de alguna manera se podría decir que son los componentes primordiales de la autoestima, ellos son: el autoconocimiento, la autoaceptación, el autoconcepto y el autorespeto. De estos cuatro componentes va a depender la robustez de la autoestima. El autoconocimiento es el punto de partir para confirmar la identidad, para saber quién soy y qué quiero. Supone la madurez de conocer mis cualidades, mis defectos y apoyarme así en los primeros para superar los segundos. La autoaceptación es aceptarnos tal y como somos. Es tomar consciencia de aquello que podemos cambiar y de aquello que no. Implica la aceptación física como de la personalidad. Es de alguna manera ese aspecto de nosotros que es indulgente con nosotros mismos. Es importante recalcarlo porque hay quienes son muy duros consigo mismos. El autoconcepto es la imagen que tiene cada persona de sí misma, es la capacidad que tenemos de reconocernos. Los expertos en la materia explican que hay un autoconcepto físico, autoconcepto académico/laboral, autoconcepto familiar, autoconcepto social, autoconcepto personal y todo ello compondría esta variable. Nos vamos dando cuenta que la autoestima en relación al autoconcepto sobrepasa la relación que uno tenga consigo mismo, porque va a depender de los distintos escenarios por los que atravesaremos. Nos referimos al trabajo, la familia, el colegio, los grupos sociales. Y asimismo, transciende lo psíquico porque la imagen que tenemos de nuestro propio cuerpo juega un rol fundamental. Se sabe muchos de los desórdenes mentales-emocionales nacen de la distorsión y los desajustes en la autoestima. Solo citemos algunos ejemplos como los trastornos de conducta alimentaria, los trastornos de la personalidad, los trastornos de ansiedad, entre otros cuadros clínicos. Por último, es conveniente mencionar que el autorespeto es un elemento esencial en la autoestima, ya que implica tratarnos bien a nosotros mismos, a respetarnos. Recordemos los casos de cutting (cortarse a sí mismo), de los desórdenes sadomasoquistas, las relaciones tóxicas, las tendencias autolesivas o autodestructivas o el paroxismo del daño a uno mismo: el suicidio. De esta manera, observamos que la autoestima es fuente de estabilidad emocional, de integración de la personalidad, de adaptabilidad social y de bienestar psicológico. Es el punto de partida para llevar una vida plena. Y como sabemos, su construcción no ha dependido solamente de mí, sino también de mi entorno. Pero como lo diría el filósofo Jean-Paul Sartre: “yo soy lo que hago con lo que hicieron de mí”. He ahí nuestro poder. De ello parte la terapia de autoestima.

¿Qué es la baja autoestima?

La autoestima baja, es el resultado de una serie de factores diversos. Solo por citar algunos tenemos: la falta de conocimiento de sí mismo, la poca valoración de los aspectos positivos de sí, el exceso de desaprobación sobre los propios defectos. La falta de autoaceptación. El exigirse más, minorizar los logros, no ser suficiente para sí, siempre tender al perfeccionismo. Darle una importancia exagerada a los defectos, no confiar en las propias capacidades, tener miedo al fracaso, no asimilar las críticas. Compararse con otros, tener sentimientos de inferioridad. No poder decir “no”, lo que implica dejarse a uno mismo para el último. No respetar las propias preferencias o necesidades. Tener hábitos poco saludables que atentan contra mí mismo. Se podría decir que todo esto y más es la baja autoestima. Pero también vale decir que tiene su origen en determinados hechos. Principalmente: tener padres que no saben mostrar afecto. El amor a sí mismo se acumula con el amor que se recibe de los demás, en primera instancia de los padres y los seres queridos. Para tener una autoestima sana es primordial sentirse querido. Si alguien ha tenido padres fríos e indiferentes es probable que uno se crea poco merecedor del afecto. La desaprobación de las figuras de autoridad es primordial. Cuando somos niños somos acríticos frente a los comentarios de otros, por lo tanto, lo que digan las personas mayores tendrá repercusiones insospechadas sobre la idea que tenemos de nosotros mismos. Los profesores, padres, hermanos mayores, familiares cercanos tendrán un poder de influencia al que debemos prestar particular atención. Otro punto que origina la baja autoestima es la sobreprotección paterna, que no permite vivir tomando iniciativa desde uno mismo y creerse capaz de hacer algo solo. Además, puede ocurrir que existen padres que desean un hijo perfecto y rocían sobre él grandes expectativas, creando un alter ego del hijo, una imagen de vidrio que en cualquier momento puede quebrarse. Por más que el niño se esfuerce en cumplir las expectativas paternas no lo logra y muchas veces es herido en su autoestima por ello.

¿Cómo funciona la terapia de autoestima?

La terapia de autoestima, trabajará sobre los problemas principales que acarrea el hecho de tener una autoestima herida. Ello implica la necesidad de aceptación, la falta de confianza en uno mismo y el diálogo interno que por lo general tiende a enredar y atrapar a la persona en sus propios pensamientos. La propuesta terapéutica en terapia de autoestima se enfocará en desafiar los pensamientos limitantes, en entrenar la autoaceptación y autocompasión, en impulsar a trabes de estrategias terapéuticas a que la persona salga de su zona de confort, que tome riesgos, que enfrente la vida. ¿Dónde puedo encontrar un psicólogo especialista en Lima? Una propuesta acertada de terapia persona en Lima es Psicólogo Monterrico, con una propuesta innovadora y creativa. Este es el espacio terapéutico apropiado para que te sientas acogido gracias a la actitud hospitalaria del equipo. ¿Qué lograrás aquí? Desarrollar confianza en tus capacidades, dejar de lado la timidez, desarrollar una autoestima sana que te permita vivir con armonía, aumentarás la seguridad en ti mismo, conectarás con tus emociones y a partir de ejercicios catárticos aprenderás a aceptarlas, te relacionarás con más confianza con los demás y te querrás más y aprenderás a tratarte mejor. Todo ello depende de tu decisión por buscar ayuda y ello ya es una señal de amor propio.

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