Significado De Los Sueños

Los sueños han sido objeto de investigación y curiosidad de los hombres por miles de años. Desde el bíblico personaje José y sus epifanías oníricas reveladas al faraón hasta la Interpretación de los Sueños de Freud publicada en el año 1900 encontramos ese deseo por escrudiñar en la vida onírica, en el mágico mundo de los sueños. Gran parte de nuestra vida nos la pasamos durmiendo, podríamos decir incluso que, la mitad de nuestra vida dormimos. El ser humano oscila entre el sueño y la vigilia. Gracias a los neurocientíficos y neurólogos sabemos que los contenidos del sueño, o dicho de otra manera, soñamos cuando estamos en la fase del sueño REM (rapid eye movement), el momento del sueño en que movemos rápidamente los ojos, los que son generalmente movimientos oculares aleatorios. Pero lejos de centrarnos en el correlato biofísico del sueño, nos interesa comprender el sentido de los sueños. La razón de su existencia, el significado de soñar cada noche que cerramos los ojos, aunque muchos se resistan reconocer que sueñan. Cosa que no es cierta, siempre soñamos, la diferencia es que algunos lo olvidan.

Basta recordar la tesis principal de la obra freudiana para tener una primera herramienta para aproximarnos al significado de los sueños. El fundador del psicoanálisis postulaba que la estructura de todo sueño podría determinarse de la siguiente manera: un contenido latente y un contenido manifiesto. El contenido manifiesto es lo que soñamos. Es el contenido que observamos durante el sueño. Son el conjunto de imágenes que se revelan en el sueño, por muy absurdas que parezcas. Las personas suelen ver en sus sueños a seres queridos, elementos de la naturaleza, elementos del lugar donde viven, cosas como instrumentos, utensilios, objetos cotidianos, animales, asimismo se observan elementos sobrenaturales o inusuales como terremotos, tsunamis, huracanes, ovnis, personajes fantásticos, estrellas de cine, personajes importantes de la historia, elementos que no existen en la realidad. Sobre este punto solo recordemos algunos sueños de grandes descubridores importantes. A partir de un sueño tuvieron la idea clave para la invención de algo. O incluso a poetas que se han inspirado en el sueño. Como el caso de Compay Segundo y su famosa canción Chan Chan que afirma fue dictado durante un sueño. De ahí la parafernalia de historias, mitos, obras de arte y anécdotas construidas en torno al mundo onírico. Tenemos como ejemplo a Salvador Dalí como uno de los tantos casos de pintura surrealista con temática onírica, obras como La persistencia del Tiempo (1931), El gran masturbador (1929), su excéntrica obra titulada Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar (1944) o su singular Sueño de Venus (1939). Todas sus obras, están inspiradas en los contenidos manifiestos de los sueños. Es decir, aquellas imágenes que aparecen en el sueño. Además, los sueños presentan tramas ilógicas que desafían las leyes físicas de la vida en vigilia: niños que vuelan, personas que son dos personas a la vez, animales combinados con humanos, poderes sobrenaturales, capacidades insólitas, escenas absurdas, deseos sexuales cumplidos, agresividad y sentimientos confusos. Todo esto existe en esas pocas horas en las que dormimos y a las que no le damos tanta importancia. Los contenidos manifiestos son significantes del sueño, es decir, son signos y símbolos que encubren un contenido oculto o no-manifiesto al que Freud le llamó contenido latente, algo oculto en el plano del inconsciente. La palabra latente hace referencia a aquello que existe sin manifestarse o exteriorizarse. De esta manera, comprendiendo los contenidos manifiestos (imágenes y trama del sueño), sometiéndolos a análisis, comprendiendo su sentido podremos adentrarnos a ese otro contenido que encubre nuestro mundo inconsciente, aquello que ignoramos sobre nuestra vida emocional, aquello oculto en la vigilia. De esa manera los sueños serían un puente entre el Consciente y el Inconsciente. La llave para la interpretación la tiene la persona misma. Solo ella es capaz de leer su propio sueño, de hacer una lectura hermenéutica. El psicólogo especialista solo será un facilitador de este proceso de búsqueda de significado de los sueños.

Es importante señalar que hay muchas personas que detractan estas posturas y entienden que los sueños son el resultado de la simple asociación de ideas durante el momento de vigilia. De la conexión y combinación de acontecimientos que han sucedido mientras la persona estaba despierta. Sin embargo, esta postura científico-positivista que solo se remite a datos empíricos puede ser muy empobrecedora de la riqueza que el ser humano puede hablar en sus sueños. Es importante mencionar esto con la finalidad de que cada quién elija que postura tomar. No obstante, solo basta relacionarse un poco con la amplia literatura sobre los sueños para comprender que la visión científico-positivista que solo se remite a explicaciones lógicas es una salida facilista para el complejo mundo de los sueños.

¿Qué significan las pesadillas?

Las pesadillas son experiencias oníricas cargadas de ansiedad o miedo. Hay en ellas un recuerdo hartamente detallado del contenido del sueño. Esta experiencia onírica suele ser muy vívida y por lo general incluye temas que implican una amenaza para la supervivencia, la seguridad o estimación de sí mismo. Es una puesta en jaque onírica a la existencia de la persona. Con mucha frecuencia en la pesadilla suele repetirse un mismo o similar tema. Durante un episodio típico hay un cierto grado de descarga vegetativa, al despertarse la persona alcance rápidamente un estado de alerta y orientación. Su corazón late rápidamente y busca orientarse en el lugar en el que se encuentra. Le produce miedo y malestar psicológico. Algunos síntomas de las pesadillas son los siguientes: El individuo se despierta del sueño nocturno o de la siesta con un recuerdo vívido y detallado de sueños intensamente terroríficos relacionados a la seguridad de su vida y su autoestima; al momento de despertarse se pone en un estado de hiper-vigilancia; hay una sensación de no haber descansado y se presenta malestar subjetivo. En algunos casos estos síntomas pueden empeorar y la persona puede presentar terrores nocturnos, en ellos el individuo repetidamente tiene sueños inquietantes que le producen gritos y movimientos bruscos acompañados de ansiedad, a pesar de que haya quien quiera orientarlo la persona permanece inquieta.

¿Cómo interpretar los sueños?

En la gran mayoría de casos una alteración del sueño es un síntoma de otro trastorno mental o somático (relacionado al cuerpo). La determinación de su dependencia a otro trastorno debe hacerse en función de la presentación del caso y las consideraciones terapéuticas en el momento de la consulta. Es importante que en la entrevista se determine el contexto en el que está viviendo el consultante. La interpretación de un sueño va a depender de la simbología persona de cada persona. de su historia de vida, de sus circunstancias existenciales, de su entorno, de su aprendizaje, de sus intereses, de sus deseos y sobre todo de su inconsciente. No todos significamos de la misma manera un sueño, es decir, cada quién emite imágenes distintas durante un sueño. Un perro puede significar en el sueño de una persona un contenido distinto que el de otra. Una herramienta importante para indagar sobre nuestros sueños es la propuesta del fundador de la psicología analítica: Carl Gustav Jung. Él propone que la vida onírica es parte de nuestro organismo, es parte de nosotros. Una manera sana de integrarla a nosotros es escribiendo nuestros sueños y dibujando algo a partir de ello. Si no se dibuja que se escriba, ambas opciones son válidas, se puede elegir una o las dos. Esta sería una manera adecuada de mantener una relación higiénica con nuestro inconsciente, pues sería una forma de integrarlo en nuestra vida psíquica consciente. Solo basta que la persona comience un proceso de introspección con un especialista que de la mano con esta propuesta de Jung y diversas técnicas le permitirán revelar paulatinamente el significado de los sueños.